martes, 2 de diciembre de 2014

Reflexión sobre el Balón de Oro 2014

En vísperas de la entrega del Balón de Oro, como siempre he visto cierta confusión entre la gente a la hora de opinar y argumentar los méritos de los diferentes futbolistas seleccionables.

Tengo bastante tiempo diciendo que el Balón de Oro es un chiste, empezando en el cómo se selecciona y sobre todo, el margen de tiempo seleccionado (año calendario).

Durante el 2014 tanto Lionel Messi como Cristiano Ronaldo han conseguido marcas históricas dentro de competencias importantes; el argentino destronando a Zarra como máximo artillero de La Liga y también a Raúl como el monarca histórico de la Champions League. Por otra parte, Cristiano Ronaldo estableció la marca de más goles en una sola edición de la máxima contienda de clubes, memorable.

Lo cierto es que para efectos del Balón de Oro, dichas marcas no deberían ser referencia, de hecho, no deberían de importar, ya que lo único importante a la hora de tomar un criterio para el premio es lo suscitado en un periodo de tiempo concreto: 1 de enero hasta el 21 de noviembre, fuera de ello nada, dentro de ello, todo.

Messi estableció dos marcas históricas, pero ambas marcas fueron construidas a lo largo de su carrera, por lo tanto el hecho de que anotara el último gol en 2014 para finalmente sentenciar su mandato histórico, no significa que deba ser un factor determinante, los 53 tantos anotados hasta la fecha durante el año sí lo son.

Con Cristiano Ronaldo ocurre lo mismo, marcó 17 goles en la edición 2013-2014 para establecer la marca de más goles en una Champions League, pero de esos goles solo ocho fueron marcados en 2014, por lo tanto son esos los que se suman a los cuatro que posee en la presente edición para efectos del Balón de Oro.

Para visualizarlo de manera más sencilla, imagínense que para argumentar sobre el Balón de Oro la historia del fútbol empezó el 1 de enero, nada antes de eso ha existido nunca, de esa manera se tendrá una mejor idea de qué aconteció en el año sin tomar en cuenta elementos que involucren el pasado.

En fin, me parece que todo esto se resuelve con la FIFA ser un poco coherente e instaurar la temporada como periodo de tiempo para la elección del premio, de esta forma se toma de pie a cabeza un espacio íntimamente relacionado y no el final de una temporada con el inicio de otra.


PD: Me importa poco quién gane el premio, desde hace tiempo le perdí respeto y credibilidad por la poca analogía que tienen. Aquí dejo una nota que escribí el año pasado que lo explica.

http://andresrevulsivo.blogspot.com/2014/01/balon-de-oro-cuestion-de-popularidad-e.html

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