Aquí les cuento lo que fue mi viaje a la cobertura del UFC 205, desde Maracaibo (Venzuela) hasta Nueva York.
LA REPÚBLICA DEL SOL
LA REPÚBLICA DEL SOL
Mi travesía
del UFC 205 empezó bastante lejos,
específicamente en Maracaibo, la ciudad donde nací y crecí. A eso de las 2:00PM
llegué al aeropuerto y me topé con lo de siempre: una gran cantidad de gente en
un reducido espacio, así como una lata de sardinas, pero en ese caso era peor,
pues en la ciudad la temperatura promedio es de unos 35°C y para empeorar las
cosas, el aire no funcionaba bien.
Después de
una larga fila y mucho tiempo de espera, finalmente pude registrarme para
obtener mi boleto de abordaje, ya todo estaba listo para lo que sería una gran
aventura.
Aeropuerto Internacional La Chinita (Maracaibo) |
Esas horas
previas a abordar el avión fueron bastante inquietantes, el simple hecho de
pensar en lo que me esperaba en las próximas semanas marcaba en mi rostro una
sonrisa bastante extraña, no sabía si emocionarme o estresarme debido a la
magnitud del evento que iba a cubrir.
Para situar
en contexto la situación, el UFC es la organización de artes marciales mixtas
(deporte de contacto) más grande del mundo, año tras año los números de
audiencia e ingresos de la compañía se superan abruptamente.
Por alguna
razón, dicha disciplina había sido ilegal en el estado de Nueva York durante
muchísimos años, entonces UFC tuvo que iniciar una fuerte campaña para
finalmente obtener una rotunda aprobación y por consecuencia poder pautar un
evento de artes marciales mixtas en uno de los recintos más emblemáticos del
mundo: el Madison Square Garden.
Ya pueden
entender mis ansias en los momentos previos a abordar un avión en Maracaibo
(Venezuela), un "maracucho" (así se refieren por cariño al ciudadano
de la zona) estaba a punto de emprender su vuelo a una aventura inédita en la
historia del deporte.
MAMANI VICE
Antes de
llegar a la gran manzana, realicé una parada obligatoria en la ciudad de Miami, puesto que desde Maracaibo es
imposible llegar a otra parte de los Estados Unidos, la localidad floridana es
prácticamente una puerta para los venezolanos, argumento que por circunstancias
del país, a veces puede generar problemas.
Una vez que
aterricé en la bella ciudad, uno de mis grandes amigos de la infancia fue a
buscarme en el aeropuerto, evidentemente había que celebrar mi corta estadía
con par de frías y una buena comida, cabe destacar que soy fanático de las
hamburguesas y cada vez que viajo a un lugar, siento que estoy llenando un álbum
de barajitas, quiero probarlas todas.
The Butcher Shop - Wynwood (Miami) |
World of Berr - Midtown (Miami) |
No solo
pude re-encontrarme con grandes amigos, sino también con muchos familiares;
para nadie es un secreto que la paupérrima situación en Venezuela ha impuesto
en numerosas personas el deseo de emigrar para encontrar un mejor futuro, entre
esa gente que debió abandonar su madre patria, están muchos de mis familiares.
Llegó una
noche interesante, soy un fanático del deporte en general y para nadie es un
secreto, entonces por circunstancias de la vida se disputaba el séptimo juego
de la Serie Mundial de Grandes Ligas, los Cachorros, que tenían 108 años sin
ganar, se enfrentaban a los Índios.
Un juego
tan emocionante debía ser visto como Dios manda, entonces así con unos amigos a un bar para presenciar la acción. Justo
cuando el juego de pelota se tornó interesante, apareció un comercial del UFC
205, el rostro de Conor McGregor y
otros peleadores, ahí caí en cuenta que en pocos días estaría realizando la
cobertura de mi vida.
POR LOS AIRES, EN GUARDIA
Finalmente
llegó el día del viaje, madrugué para estar en el aeropuerto de Miami y a eso
de las 10:30AM, ya estaba en el aeropuerto de La Guardia (Nueva York), ahí si es verdad que entré en contexto, cada
pocos metros se observaba alguna publicidad del UFC 205, todo me recordaba que
mi arribo a la gran ciudad tenía un importante propósito.
Nueva York
es una ciudad que te hace sentir parte de una película, recuerdo que bajé del
bus que me transportó desde el aeropuerto y mi vista se perdió en la
profundidad de una metrópolis tan inmensa, sentía que en cualquier momento
podía el hombre araña bajar de un edificio o algo por el estilo; tantos años
viendo el lugar por televisión y finalmente era yo quien estaba ahí.
Sin duda el
highlight de mi llegada a la gran manzana fue la oportunidad de finalmente
poder encontrarme con dos personas con las que había estado trabajando en las
MMA y quienes me dieron la oportunidad de viajar tan lejos para cubrir el gran
evento. La confianza depositada en mí siempre la voy a agradecer.
SE BAILÓ JOROPO EN LA JAULA
Un día
después de mi llegada a Nueva York, se celebraba una cartelera de Bellator MMA (otra gran organización de
artes marciales mixtas) en Uncasville (Connecticut), entonces tomé un bus desde
el Port Authority de Nueva York y
después de unas cinco horas llegué al Mohegan
Sun Casino, recinto donde más tarde se realizaría el evento.
Se acercaba
la hora del evento y presencié mucha gente con una franela de Venezuela, esto
me llamó la atención y por instinto periodístico tuve que investigar qué
pasaba. Un venezolano llamado Carlos
Correia haría su debut en Bellator MMA, esto generó en mí mucha emoción, un
maracucho cubriendo el combate de un compatriota en un remoto pueblo de Estados
Unidos.
Correia dio
un repaso y ganó su combate por decisión dividida y pude ser el único en
entrevistarlo, verme le generó felicidad, él jamás se esperó a otro venezolano
cubriendo su combate y permitiéndole expresarse ante las cámaras en su idioma
natal, el español.
El evento de
Bellator MMA me dejó muchas cosas buenas, además de poder presenciar la
victoria de Carlos y tener la posibilidad de compartir con él, también pude
juntarme un rato y platicar con George X,
un periodista de gran trayectoria y que respeto muchísimo. Además de esto,
conocí gente importante como Royce
Gracie, Chael Sonnen y Tito Ortiz, yo era un simple pez en el
agua.
PELÍCULA DE TERROR: EL PUEBLO FANTASMA
En mi
mente, el día había sido perfecto, nada malo podía pasar, pero lamentablemente,
cuando más cómodos nos sentimos, es que ocurren las cosas que no deseamos, ni
esperamos.
Fui a
comprar mi boleto de vuelta a Nueva York y me encontré con la noticia de que
dichos boletos no eran vendidos en la locación, entonces llamé a la empresa de
buses para ver de qué manera podía regresar.
El operador
de la empresa me recomendó trasladarme a un pueblo llamado New London para llegar a la estación y tomar un bus. Me sentí
tranquilo con la solución que con algo de mala vibra me ofrecieron, entonces me
fui en Uber al mencionado lugar.
Mientras
más me acercaba al pueblo, las luces de la calle dejaban de aparecer, era una
carretera oscura, entonces mientras hablaba con el conductor salió el tema de
nuestros gustos cinéfilos y fue ahí cuando me preguntó, "yo amo las
películas de terror, ¿a ti te gustan?"; justo en ese momento llegamos a la
supuesta estación, que en realidad tenía meses sin operar y la cual estaba
abandonada.
Me bajé del
auto, miré a mi alrededor y además de la escalofriante estación abandonada,
observé la ciudadela que parecía un pueblo fantasma: casas viejas, una pequeña
plaza en medio y nula actividad, ahí es cuando le respondí al conductor:
"no sé si me gustan esas películas, pero estoy en una película de
terror".
No me
preocupaba el hecho de estar en ese lugar, sino el de cómo iba a regresarme a
Nueva York, entonces decidí regresarme al casino para ver qué otra alternativa
podía tomar. En el camino llamé de nuevo a la empresa de los buses y tuve una
pequeña discusión con el operador, a fin de cuentas perdí tiempo y dinero por
la supuesta solución que me fue suministrada.
¿SERÁ QUE NOS VAMOS?
Ya eran las
3:00AM y empezaron a sacar del casino a las personas que no se encontraban
jugando, terminé afuera con un frío inmenso y alguna gente que no otorgaba
buena espina: gente borracha, drogada y quebrada; se notó que perderlo todo
apostando, los llevó a tomar esos refugios para apaciguar sus penas.
La hora
pautada para la llegada del bus era a las 4:30AM, entonces saqué un libro y
logré mantener la calma en medio de ese desagradable ambiente, pero una vez más
volví a preocuparme, ya eran las 5:00AM y el transporte aun no llegaba, pensé,
"¿será que nadie compró boleto desde acá y el autobús no va a
llegar?".
Justo
cuando iba a entrar en pánico, llegó el bus y yo tenía una misión: montarme en
él a como dé lugar. Se hizo una pequeña fila para ingresar, dos señoras
entregaron sus boletos y era mi turno, le dije al chofer: "hermano, yo me
tengo que montar en ese bus pero no tengo boleto", y me salió una frase
popular de donde vengo, ¿cómo hacemos?, le pregunté.
Después de
hablar por unos minutos, le entregué el dinero del boleto en efectivo, yo sabía
que el chofer iba a guardarse el capital, pero no me importaba, mi misión era
montarme en el bus y lo había logrado, tan concentrado estaba en mi meta, que
se me olvidó pedirle el cambio, en realidad no me importaba.
A eso de
las 12 del mediodía llegué a Nueva York, de ahí tomé otro bus para New Jersey y
con la ayuda del GPS, pude llegar al lugar donde me estaba hospedando en esos
días. Cabe destacar que una vez en la cama, dormí unas buenas 12 horas, los
viajes de Miami a Nueva York y luego la travesía ya mencionada, me impidieron
dormir en un buen tiempo.
ENTRE MISAS, CACHITOS E INNOMBRABLES
Pocos días
después decidí hospedarme en casa de una prima en Manhattan, logísticamente era
una buena decisión porque en los próximos días estaría cubriendo las
actividades del UFC 205 y debía mantenerme cerca del Madison Square Garden para
llegar temprano.
Estaba
feliz de ver a un familiar después de tanto tiempo, además, somos
contemporáneos (tenemos la misma edad), pero lo más divertido fue ser un
infiltrado en una junta de mujeres cuenteras, pues ella y sus amigas hablaban
de sus problemas íntimos como si yo no estuviera en el lugar.
"El
tipo me invitó a misa, pero no quiere nada serio conmigo", exclamó una de
las chicas, "a mí me regaló dos cachitos (especie de croissant relleno) y
se fue con una nueva", confesó otra de ellas. No me resistí y empecé a
ponerle sobrenombres a los diferentes personajes que ahí se mencionaban: el
bebé salsero, el evangélico, el innombrable, el esmerado, etc.
La pasé muy
bien en realidad, siempre he pensado que para ser exitoso, debo juntarme con
personas que lo hayan sido o que tengan la misma mentalidad, y sin duda que
toda la gente que conocí a través de mi prima era brillante.
WELCOME TO THE GARDEN
Ya era
miércoles y empezaban las actividades del UFC para la prensa, ese día tocaban
los entrenamientos abiertos, actividad donde los principales peleadores de la
cartelera realizaban una práctica frente a los medios.
Decidí
salir bien temprano en la mañana para irme caminando al Madison Square Garden,
quería conocer la ciudad y nada mejor que caminar unas 25 cuadras para hacerlo.
El infortunio se volvió a mofar de mí y cayó una fuerte lluvia, pero mi
trayecto era contra reloj, así que tuve que llegar en esas condiciones, pero
valió la pena.
Una vez que
entré en el Madison Square Garden, presencié unos pasillos llenos de historia,
ya que ahí posan vitrinas con historias y objetos de los acontecimientos más
importantes del recinto, por dar algunos nombres, puedo mencionar a Muhammad Ali, Héctor Lavoe o Hulk Hogan,
es un lugar mítico.
Los
entrenamientos abiertos fueron realizados en la cancha de basket y ahí fue
cuando dije: "wow", por fin caí en cuenta de que estaba en ese lugar,
trabajando y presenciando a las máximas estrellas de las artes marciales
mixtas.
En ese
momento entendí esa frase de "si haces lo que te gusta, nunca lo verás
como trabajo", yo sería capaz de
pagar para realizar dicha función, pero por cosas de la vida, alguien me otorga
honorarios por mis servicios, mismos que me brindan oportunidades como esta.
IS THIS REAL LIFE?
Siguieron
las actividades durante la semana y el Madison Square Garden se transformó por
unos días en mi segunda casa, en cada jornada debía visitarlo para cumplir con
mis compromisos periodísticos y permanecer ahí durante horas, ¡qué dicha!.
Durante el
día de medios pude entrevistar a diversos peleadores importantes, es agradable
cómo te reciben los atletas hispanos, para ellos siempre es gratificante poder
expresarse ante los medios en su idioma, así lo hicieron Yoel Romero y Kelvin
Gastelum durante nuestra charla.
Entrevistando a Katlyn Chookagian (UFC Fighter) |
También
realicé unas entrevistas en inglés, no podía desperdiciar la oportunidad y pues
debía ser lo más productivo posible, además, estaba al lado de grandes
periodistas como Ariel Helwani, Mike Bohn o Luke Thomas, personas que durante mi tiempo en la universidad
seguía y admiraba a través de las redes sociales, sentí que yo estaba en las
grandes ligas.
Llegó el
día del pesaje y más de 15.000 almas abarrotaron el recinto, se apagaron las
luces y empezó a sonar la canción del UFC, en ese momento la nostalgia me
derrotó, solo pensaba que hace unos pocos años había decidido enfocarme en las
MMA como objeto de trabajo, y que en ese momento formaba parte del evento más
grande.
ES TIEMPO DEL FANÁTICO
El gran día
llegó, sábado 12 de noviembre, el clima estaba extremadamente frío pero con un
aroma a combate, la ciudad de Nueva York estaba vestida del UFC, las pantallas,
pancartas y afiches de Conor McGregor estaban por todos lados, cualquier lugar
me recordaba que lo mejor estaba por venir.
Antes del
evento, el UFC suele organizar un Fan
Fest, donde los fanáticos pueden asistir para conocer peleadores,
participar en concursos y pasar un rato agradable. Para esa actividad asistió
el Andrés fanático, tocó la hora de divertirme y así fue, guardé mi credencial
de prensa e ingresé como un seguidor más.
UFC Fan Fest |
Hago
énfasis en esto porque muchos mal llamados periodistas suelen mezclar los
momentos para ser fanáticos y portar una credencial, obviamente he sentido la
tentación de pedir alguna foto a super-estrellas que he tenido cerca, bien me
lo decía mi primo y mentor Juan Carlos, el mejor retrato es en el cual apareces
trabajando.
Disfruté
bastante de la actividad, conocí a peleadores como Amanda Nunes, Anthony Pettis
y Stipe Miocic, además de probar mi
poder noqueador en una máquina de medición (me fue bastante bien por cierto).
Pero al caer la noche, como el mismo Batman, debía cambiar de personaje, había
llegado la hora de trabajar.
IS TIME!
Me acerqué a la
fila donde estaban todos los periodistas registrándose y una vez dentro del
recinto, inmediatamente noté que el UFC 205 sería algo mucho más grande que
cualquier otro evento realizado en la historia de las MMA, el UFC se fijó de
cada detalle para brindar una noche inolvidable.
Una vez
situado en el palco de prensa y en las excelentes condiciones que el UFC le
brindó a los medios, llegó la hora de cenar y esperar el inicio de los
combates. En ese tiempo pude compartir con varios periodistas importantes de
cadenas como ESPN y CBS Sports; la posibilidad de
intercambiar conocimientos con especialistas de renombre es siempre gratificante.
RUMBLE IN THE GARDEN
Se apagaron
las luces y salió a pelear Katlyn
Chookagian, todo estaba listo, había iniciado el evento, a partir de ahí
entré en un estado de hipnosis, mi atención estaba 100% en la jaula, nada más
me importaba.
No hablaré
mucho del evento en sí, los resultados y la acción pueden conseguirlos en la
red, pero lo que puedo destacar es la euforia del público y el ambiente que se
vivió en el recinto, tras coberturas de eventos, nunca había presenciado uno de
tal magnitud.
Los números
avalaron el hecho de que era una noche histórica, el UFC 205 superó el récord
de taquilla del Madison Square Garden, recolectando más de 17 millones de dólares.
La sintonía fue máxima y esto seguirá, las MMA crecen a pasos agigantados.
Conor
McGregor se convirtió esa noche en el primer campeón de dos cinturones
simultáneos, más de 8.000 irlandeses se trasladaron a la ciudad para apoyarlo y
la celebración fue inmensa. Al salir del recinto, me topé con una avalancha de
irlandeses ebrios y felices, decidí grabarlos y entrevistarlos, fue bastante
divertido, aunque temí por la integridad de mi cámara.
IT'S ALL OVER... NOT YET
Muchas
personas creerán que la labor de un periodista finaliza una vez que se apagan
las luces del estadio, por el contrario, cuando se termina el evento empieza el
trabajo duro, la edición de videos, imágenes, redacción de resúmenes y
análisis; eran las 4:00AM en Nueva York y apenas estaba llegando al hogar para
empezar a trabajar.
No hay nada
que una buena jarra de café no pueda solventar, tenía mucho sueño y trabajo por
hacer, pero más emoción por ver el fruto de mi esfuerzo en un evento tan grande.
Para un periodista, apreciar sus fotos, videos y notas, es como para un artista
degustar sus cuadros, o una madre contemplar a su bebé; detrás de cada
publicación hay una gran oficio.
LOST
Me quedaban
unos pocos días más en Nueva York y ya podía recorrer la ciudad sin la
preocupación de tener actividades pendientes, entonces me di el gusto de
caminar por todos lados durante todo el día, visitar tiendas (aunque sin
comprar nada), pero el simple hecho de ver cosas nuevas era fascinante.
Debo
destacar mi visita a Guitar Center en Manhattan, una inmensa tienda de música
ubicada bajo tierra, esto quiere decir que la señal telefónica no funcionaba,
excelente, podía disfrutar y concentrarme 100% en lo que veía.
Para nadie
es un secreto que también soy músico, desde pequeño siento una gran pasión por
dicha actividad y poder tocar el instrumento de la gama y marca que quisiera
fue increíble: bajos Warwick, guitarras Fender y baterías Dw, toqué
absolutamente todo lo que quise, fue divertido.
Una vez
fuera de la tienda, el hambre me atacó y dije: "voy a caminar hasta que
vea algo interesante" y así fue, un letrero que decía "Dos slices de
pizza + una lata de refresco por 2.75$", me acerqué porque en el momento
quería algo callejero, neoyorquino. Las pizzas terminaron siendo increíbles,
pero algo malo sucedió.
Por estar
en Guitar Center, mi teléfono gastó mucha batería buscando señal, cuando me di
cuenta ya no prendía; yo no sabía dónde estaba, ni cómo llegar al hogar. Ahí
aprendí una lección, a veces depositamos tanto nuestra confianza en aparatos
electrónicos, que cuando no los tenemos, pasamos un mal rato.
Por suerte
Nueva York es una ciudad fácil de ubicar, es prácticamente un plano cartesiano
con avenidas y calles cruzándose, entonces empecé a preguntar hasta que después
de una hora pude llegar a mi destino, de todas formas, recordaba el mal rato
que pasé en Uncasville y pensé que estar perdido en NY era cosa de niños.
TAKE ME BACK TO MIAMI
The Pincho Factory (Miami) |
Debía
regresar a Miami, pero al no conocer bien la ruta pública para llegar al
aeropuerto, decidí salir temprano y menos mal que lo hice. Cuando empecé a
caminar a la estación de metro, cayó un fuerte chaparrón que no se detuvo hasta
mi arribo al aeropuerto, llegué emparamado (muy mojado por la lluvia).
Viajé sin
imprevistos y llegué a Miami, me quedaban unos pocos días para disfrutar con mi
familia y amigos, algo que nunca está de más. Como han podido apreciar a lo
largo de este escrito, me considero una persona muy afectiva con aquellos
cercanos y eso seguirá siendo así.
Ya sin
responsabilidades y preocupaciones, pude disfrutar de buenos clubes de Miami,
una ciudad caracterizada por su vida nocturna; digamos que en el fin de semana
las cervezas y la buena comida se manifestaron para tener una grata despedida.
LONG LAYOVER AND.. GONE
Para
regresar a Venezuela, primero debía pasar por Panamá y es que el Aeropuerto de
Tocumen se convirtió en una cárcel para mí; por decisión de la aerolínea, mi
boleto de vuelta fue cambiado a las 11:00PM, es decir, debí esperar ahí unas 13
horas para poder embarcar el vuelo hacia Maracaibo.
El internet
que suministra el aeropuerto es de tan solo dos horas por aparato, entonces
tuve que usar la laptop, el teléfono y la tablet para disfrutar un total de
seis horas de navegación, lo malo es que faltaban unas siete horas de no hacer
nada.
Afortunadamente
unas señoras peruanas tuvieron un lío con la gente de una aerolínea, nunca
entendí qué fue lo que pasó, pero eso me entretuvo, ya que la discusión de produjo
por horas, incluyendo policías y gritos. Con esto no estoy diciendo que me
gusten los problemas, pero algo poco común es entretenido en momentos de no
hacer nada.
Efectivamente
y a la hora prevista, tomé el avión para Venezuela, con mucho sueño y
cansancio, pero con la emoción de regresar a casa.